Información
INFORMACIÓN
Tanto los actuales habitantes de Almonacid como los hijos del pueblo, aquellos que emigraron buscando un futuro mejor y sus descendientes, tienen una cita ineludible con sus raíces, su identidad y sus más profundos sentimientos de pertenencia a una comunidad los primeros días de febrero. Estas jornadas, la población de esta pequeña villa se multiplica, incluso con más intensidad que en fechas veraniegas, y muchos descendientes de Almonacid del Marquesado sienten la llamada de la sangre, la cual les hace acudir a participar o contemplar una fiesta que les recuerda que aún, a pesar de la lejanía, se sienten parte de su terruño de origen y de sus atávicas tradiciones.
Todos los años, desde que podemos recordar, los actos que tienen lugar durante estos días siguen un mismo patrón en el que se dan cita actos religiosos, como la procesión y la misa, así como recorridos por las calles del pueblo, los dichos, los paloteos, etc. Son unos días intensísimos para sus auténticos protagonistas, diablos y danzantas. Los días 2 y 3 de febrero desarrollan sus actuaciones desde primera hora de la mañana hasta última hora de la tarde. Ello supone un esfuerzo extraordinario, pues el sacrificio personal es uno de los componentes más hondamente asumidos por diablos y danzantas.
Los momentos más emocionantes y llamativos son las procesiones en honor de los patrones, los sentidos dichos de las danzantas, el lavatorio de San Blas y las danzas dentro de la iglesia parroquial, la cual queda pequeña para acoger todos los visitantes que llegan hasta Almonacid en estos días.